viernes, 18 de octubre de 2013

CONVOCATORIA MUTANTRES_5

Pensaba que las bases era un exceso innecesario (casi todas dicen lo mismo) pero en vista de que muchos me han solicitado. Aquí van.

Bases de la convocatoria para participar en Mutantres 5.

1. Pueden participar todos. Cualquier nacionalidad, condición social, sexo o como biopolíticamente te definas.
1.1 Obviamente no todos publican en la revista. Hacemos una selección de lo que nos llega a la bandeja de entrada.
1.2 Por motivos obvios, sólo publicamos en español. Pero puedes enviarnos en otro idioma (inglés o francés) porque uno de nuestros editores es bicéfalo (piensa en inglés y escribe en español, y viceversa) y puede traducirte.
1.3 Es posible que este número incluyamos un poema en quechua. Si escribes en runa simi también eres bienvenido.
1.4. Que el texto sea inédito. No seas pícaro, no nos hagas trampa; si te descubrimos, te haremos bullying.

2. Puede participar cualquier género literario.
2.1 No tenemos preferencia por ningún género en particular pero tenemos preferencia por lo mutante. Entiéndase como hibridación.
2.2 Si no tiene idea de lo que es la literatura mutante; nosotros tampoco. Puede guglear y seguro encontrará información más certera.
2.3 Aceptamos también los géneros más formalitos pero no garantizamos su publicación.
2.4 Usualmente somos irrespetuosos, con una excepción: el lenguaje. Cuida tu lenguaje, respeta las normas ortográficas.

3. Puedes enviar con la extensión que quieras.
3.1 Por motivos obvios no vamos a publicarte una novela o un cuento de veinte páginas. Sé sensato y envía de acorde a nuestro formato.
3.2 Si no tienes idea del formato de la revista, te recomiendo revisar las publicaciones previas de la revista. Si no tienes la revista puedes mirar su formato digital en
http://issuu.com/kevincastro1/docs/mutantres_3
3.3 Puedes enviarnos varios textos, de distinto orden, formato, extensión y género. Nosotros escogeremos lo que nos guste.

3. Puedes enviar tu texto al correo de la revista: tresmutan3@gmail.com
3.1 En el correo, adjúntanos un Word (o varios) con tus textos a participar.
3.2 Adjunta tus datos personales básicos. De ser seleccionado te enviaremos un correo pidiéndote más datos para la sección correspondiente a colaboradores.
3.3 Cuando envíes tu correo con la participación, te llegaré un correo de confirmación. Luego de eso, no insistas con respuestas (eso te resta puntos).

4. Puedes participar enviando tu texto todo mayo.
4.1 La convocatoria finaliza el 31 de octubre.
4.2 La revista sale a mediados de noviembre.
4.3. La presentación de la revista será justo después de que salga de imprenta. Estás invitado a asistir a la presentación junto a la honorable y barroquísima mesa de honor a leer tus textos.

5. Si no entiendes alguno de los puntos antes mencionados o crees que falta mencionar algo: Escríbenos aquí y te respondemos y si, pudor aconseja, prefieres hacerlo en privado puedes hacerlo al correo antes mencionado.

lunes, 14 de octubre de 2013

Animalito rockero

Una tarde lluviosa, por un amigo en común, conocí a Gerardo Grande. Poeta lúdico y vital. Aunque siempre el licor es un lubricante social, hicimos amistad rápidamente. Me invitó a presentar la revista Mutantres, previa a la presentación de su libro Animalito rockero seguido por Ana Mata (UANL, 2013) en una casa muy linda y decorada en el centro del DF, donde asistió mucha gente y, sobre todo, las chicas más guapas de la ciudad. Gerardo es lo más parecido a un poeta rockstar, aunque esta frase pueda sonar maniquea. A mi querido Gerardo, le debo muchas cosas que nunca le pagaré, el conocimiento de las ruinas de Teotihuacán, litros de tequila y un sinfín de noches recorriendo la ciudad bajo su inquieto corazón. Ya vendrán las noches de revancha, querido. Me traje algunos libros suyos para amigos, aquí en Lima, también en común. Jorge Bracamonte ha escrito una reseña a modo de evocación de este joven poeta mexicano.


Gerardo Grande, Animal Punk


Los niños perdidos
Pequeños bastardos delirando políticas sanitarias para el amor 
Incendiaron las enciclopedias para no vagar por siempre en la nostalgia de la historia
Procuraron la ceguera entre ellos antes de la llegada embustera del progreso
Kreit Vargas

Recuerdo que hace algunos meses por medio de un amigo (quien no dejaba de insistirme) terminé asistiendo al taller de poesía de Marco Martos, taller dictado en la Universidad San Marcos. Mi presencia en el mencionado taller no hizo más que confirmar mis especulaciones sobre el mismo: él taller era un concilio de poetas reaccionarios y aletargados que me hizo recordar a la escena de los Detectives salvajes en la que los jóvenes leían sus poemas y Álamo se los criticaba hasta que este se cansaba y relegaba su labor a otro, así y así hasta lograr un circulo aburridísimo y abrumador.

No conozco a Gerardo, nunca lo he visto, pero por obvias razones: él vive al norte y yo al sur del Pacífico, sin embargo, en estos tiempos de globalización, no es necesario estrechar las manos con alguien para establecer un vínculo de amistad y fraternidad, las redes sociales a veces logran romper con las fronteras mentales establecidas por los tontos estados y hermanarnos con nuestros pares a distancias enormes, compartiendo poemas y experiencias virtualmente.

Hay poetas que nos producen un gran bostezo y hay poetas que nos vuelan la cabeza, Gerardo es de estos últimos, sus poemas acompañados casi siempre de una performance, le dan a sus versos la misma vitalidad con la que fueron escritos. La poesía de Gerardo Grande es como una buena canción de rock que casi siempre nos coloca en un estado de éxtasis superlativo, nos golpea en la cara y siempre nos está recordando que la poesía es una forma de vida llevada a límite como Rimbaud o como Inverso, aunque muchas veces esta vida termine mal, no importa, no hay miedo o nos lo hemos tragado, sólo ganas de arrojarnos al péndulo de la vida y tambalear hasta caer y regresar más furiosos y vivos que nunca. Cuando uno es joven y despierto a la vida no hay frenos, sólo ganas de avanzar.

Aquel día en el Taller de Martos me deprimió mucho ver a tantos jóvenes (y me refiero a jóvenes de edad) muertos. Párvulos como yo o como el mismo Gerardo, escuchando a un anciano que lo único bueno que alcanzó a decir aquella noche fue: “Me he dado cuenta que los jóvenes, en un principio, buscan la poesía como medio de vida y de socialización, buscan formar vínculos fraternos a través de ella” y después volvió a decirle a los muchachos que leyeran sus poemas y volvió a tratar de corregirlos como Pound hiciera con Elliot, como acortándoles la vida y ellos tan adormecidos en las palabras del “POETA” canónico
, solo se limitaban asentir.

“Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo quería ser poema” nos dice Jaime Gil de Biedma en un discurso escrito hace muchos años, esta breve frase encajaría perfectamente en Gerardo Grande: vivir la poesía, no limitarla solamente al mezquino papel, sino llevarla a la praxis, aunque a veces nos esperen miles de abismos y la ciudad devore nuestros corazones, aunque a veces arriesguemos todo en esa utopía, pero vivir y escribir sin detenernos, aunque tengamos que pasar ebrios y drogados por sobre los poetas de terno e impasibilidad torpe, aunque se nos vaya la vida en cada palabra y movimiento.

¿Quién dijo que todo está perdido? Hay que agotar hasta la última oportunidad y ya!
“El rock no ha muerto La vida no ha muerto La poesía no ha muerto aunque a veces lo parezca”.

viernes, 11 de octubre de 2013

La Antisemana de la literatura, una lectura del alumno disidente

Con un grupo de amigos estamos organizando la "Antisemana de la Literatura, una lectura del alumno disidente". Aquí el afiche del evento.


Pueden enterarse de estas actividades en su respectivo blog: antisemanaliteratura2013.blogspot.com

viernes, 4 de octubre de 2013

Entrevistas_3: Yaxkin Melchy

Yo creo que México es una ilusión, a lo mucho un espejismo. Me traje de México, el cariño y el enorme corazón de un montón de amigos. Su galopante delirio, enorme entusiasmo y fuerzas renovadas para comenzar nuevos proyectos. Me traje también el corazón desecho, el hígado resentido y las enormes ganas de volver. Me traje también una serie de entrevistas que hice a distintos jóvenes, integrantes de distintos colectivos, que se mueven en distintos puntos de la ciudad (el DF es inmenso, ¡vaya novedad!) llevando sus editoriales independientes, cartoneras, revistas, fanzines, ferias y distintos proyectos con una alegría, entusiasmo y rebeldía contagiante. No hice, ni mucho menos, entrevistas a todos pero hice algunas significativas para observar el curso de esa intensa actividad literaria. En esta primera entrega, conversamos con Yaxkin Melchy, poeta y editor de 2.0.1.3. Editorial que, dicho sea de paso, acaba de editar Splendor de Enrique Verástegui, un voluminoso libro de mil páginas que incluye lo que antes fue el proyecto Ética. Yaxkin Melchy es un entusiasta activista y seguidor de la movida literaria y editorial mexicana. Ha participado en varios recitales y realizado talleres de libro cartonero, en nuestro país y en Latinoamérica. Ha sido además incluído en importantes antologías de poesía en distintas partes del mundo. Su trabajo es arduo y desde su taller artesanal se trabajan, con mucho amor y cariño, distintos proyectos poéticos de Latinoamérica. Pueden entererarse de primera mano en su blogEn esta entrevista hablamos de generalidades sobre la actividad poética y editorial mexicana. Mi intención es mostrar las actividades y el renovado espíritu que se mueve en esa parte de mundo, Yaxkin encarna una buena parte de ese movimiento. Por supuesto que hay otros proyectos también, opuestos incluso, que en el transcurso de las entrevistas que publique aquí podrán ir dándose cuenta. Pero tengo la dicha de ser amigo de Yaxkin, por lo que esta entrevista podría parecer poco parcial pero que, al fin de cuentas, y para el interés que la guía, importa poco. (Finalmente, qué no lo es.) Así comenzamos. Por Jorge Castillo.
Yaxkin Melchy

-¿Cómo ves la poesía joven mexicana actual?
-Ya que nos enseñaron sobre todo ideas nefastas, muertas, podríamos comenzar hablando como algo que viene desde hace unos diez años a la fecha. Yo creo que desde aquí se marca una ruptura definitiva contra cierta idea de la poesía mexicana mal leída y mal enseñada. Que tiene ciertos calificativos como de solemne, poco experimental... en el fondo un género aburrido y neutro. Entonces yo veo, por lo menos ahora una experimentación imaginativa y para nada neutral, sino ya la irrupción de un performance de la escritura, de una acción en la escritura de la poesía mexicana, un ponerse en marcha, un motor a toda revolución y un poco averiado, en fin todo eso pasa por el texto pero también por el libro y por las acciones de los libros, autores y textos en la vida nacional. Entonces es una batalla que se está dando por configurar una ética más allá de la literaria, pero, he aquí lo interesante, a través de la propia poesía, pero yendo más lejos. Y eso nadie se lo esperaba, ni siquiera los académicos y poetas de la vieja guardia y vanguardia, así que ahí está todo eso en pleno auge mientras el Estado y las editoriales tratan de ver como encauzar todo esto nuevamente a una tradición.

-¿Tú crees que ahí radicaría su virtud? ¿O dónde estaría?
-Yo sí creo que esa sería su virtud. Es también una liberación de los géneros la que hace que aparezcan puntos de fuga a la propia tradición y también, de alguna manera, tiene que ver con una contaminación que sucede en el lenguaje. Una contaminación con otras tecnologías y otros temas también. Esto es la configuración de una nueva ecología textual, que necesariamente es un compromiso político también, pero no una política de arenga o panfleto vacuo sino como un modo de comunidad emergente y creo que ahí hay algo muy bello, opuesto al viejo cartel. Los nuevos Zetas, son más bien zetáceos.


-Y en esta nueva literatura joven, ¿cuál es la relación que encuentras con su tradición?
- En principio hay un rechazo, por ejemplo existe un primer rechazo a Octavio Paz, que en realidad es un rechazo al monopolio educativo, un rechazo a la lectura que se exige como bandera de lo mexicano. Después, y gracias a la difusión alterna e incluso pirata, existe una lectura creciente poetas que fueron un poco contemporáneos de Paz o incluso anteriores a él: Mario Santiago, Kin Taniya, Manuel Capetillo, Orlando Guillén, Jaime Reyes, Gerardo Déniz, Max Rojas, hay muchos. Y también se comienza a hacer un reencuentro de los poetas editores con creadores como Ulises Carrión, por ejemplo. Entonces yo creo que hay una redistribución de la tradición, que además se diversifica en algo que no es homogéneamente mexicano, sino del norte, de frontera, indígena etc…, una verdadera lectura frente a la cual los literatos mexicanos se habían quedado muy atrás y sospechosamente enrancherados en el D.F.


-Y también, no te parece, que la poesía joven actual absorbe de no necesariamente su tradición sino de muchas tradiciones. Por ejemplo, la influencia de la internet permite conocer nuevos escritores. Ahora, con estas nuevas tecnologías, es mucho más fácil acceder a nuevos autores.
-Sí, eso es cierto. Incluso en cierto momento se habló de una "sudamericanización" de la poesía mexicana. Esto tiene que ver con que se vuelve más accesible leer a autores que no son conocidos o no están editados por el Fondo de Cultura Económica, ni Conaculta, tal como Pablo de Rokha o la poesía peruana del grupo de Hora Zero. Entonces ahora es posible acceder y leer a autores peruanos, ecuatorianos, y conocerlos de parte de las editoriales independientes y oficiales de sus respectivos países. Uno aprende que lo que acá aparentemente es excesivo forma parte de un canon alternativo, que los sistemas canónicos incluso son más variados de lo que suponemos en el español visto desde México. Ya hubo como un proceso de digestión de todas esas lecturas, esos manifiestos, entonces es importante hacer este tráfico de lecturas, conocerlas como lo que son, textos de importancia para modos de vida de cuerpos y recuerdos. Esta crítica tiene que vérselas con el centralismo de la Ciudad de México. Porque, incluso, la actual escena del norte tiene otros códigos, otros recuerdos de hacer poesía. Entonces hacer lo mismo ya agotó el proyecto de “centro culto” del D.F. que intenta decir que ahí está lo cosmopolita, y la poesía que tiene chance de proyectarse o traducirse, el dream team y demás tonterías porque muchos ni siquiera pueden enorgullecerse de su habla culta chilanga, como sí lo hizo Mario Santiago, por ejemplo. Ojalá pronto veamos africanizaciones de la poesía mexicana, oceanificaciones de la poesía mexicana, para qué hacer una poesía a la mexicana que no es más que un remedo norteamericano o europeo, ¿por qué nos insensibilizamos a un México desbaratado verbalmente? Esa es una pregunta fuerte porque no se responde una sola identidad literaria, sino a algo muy particular, a lo particularísimo, que tanto es objeto de envidia y receptor de mala leche.

-De hecho, ahora los jóvenes pueden prescindir de la tradición e ir exactamente a lo que les gusta. A través de la internet, las redes sociales, etcétera. Es decir, no necesariamente tienen que leer cronológicamente la tradición para entender lo que hace en este país o en Costa Rica o en Argentina o Turkmenistán, por ejemplo.
-Sí, se toman esa licencia y suceden cosas importantes porque se han desmarcado de la tradición de la Academia militarizada que dicta de alguna manera cómo se debe escribir honorablemente, como si hubiera que quitarle diversión al mismo hecho, diversión, error, distensión, si uno lo piensa así cuáles serían los autores mexicanos que uno debería leer, cómo sustentar la autoridad en tiempos en que mejor pensamos en autores que no participan de ser gente distinguida sino inaudita. Pero tampoco se puede prescindir de todo lo que la Academia puede valorar y eso me parece importante, y eso lo favorece la internet y facilita la manera de enterarse de otras poéticas. Y de relacionarse también, porque todo ha sucedido con un contacto directo también con los propios poetas, con los poetas en los recitales, en los eventos de importancia nacional, en performances, en acciones de arte, y porque también todo esto se ha contagiado de una manera más directa a gente en pequeñas trincheras de universidad. Es curioso que pasa a la par de las relaciones virtuales y distantes, que no tendría capacidad viral si no fuera también porque se ha dado de una manera muy directa, y de contacto, y eso ha marcado porque es una actitud distinta de usar la internet desde nuestros países en crisis.


-Justamente eso de lo extra escritural, que ya no tiene que ver con el libro propiamente dicho, me he dado cuenta que en México tiene una importancia fuerte, vital. La gente sale a las calles, participa, intervienen espacios públicos, hacen performance. ¿Esto desde cuándo y cómo lo ves?
-Esto debe tener unos ocho años, así de fuerte al menos en donde yo he vivido que es el D.F., y es curioso, porque para mí todo esto comienza de manera coordinada en el 2006 que es cuando entra Calderón, el sexenio de la violencia, de la violencia desbordada que hoy continúa. Entonces, hay un rechazo a las prácticas habituales, a lo institucional. Hay una valentía generacional que es un hacerle frente al país y al pacto político preestablecido. Se trata de un rechazo al país de las instituciones, sus instituciones fuertes, incluyendo la izquierda, y una de esas instituciones es el libro. El libro impreso por el Fondo de Cultura, el Conaculta, los gobiernos estatales. Entonces esa labor está hecha por editoriales subterráneas y alternas, y de autores que salen a la calle y hacen recitales, sin pedir aval o permiso de los padrinos literarios, se trata de muchach@s que se niegan a encajar en un patrón y tienden a ser mucho más difíciles, inestables. Y eso ha sido, de alguna manera una reacción contra el país de la letra limpia. Sí, en este movimiento joven hay de todo, en el otro pareciera que ya no hay nada.



Patán Gorila 0.1 en el Museo del Chopo, DF.

-El hecho de que la gente reaccione y participe, como tú dices, en rechazo a las instituciones, al mismo libro como institución, y hayan recitales constante y masivamente, ¿esto es novedoso o siempre ha sido así?
-Yo creo que es algo que no ha sido común aquí. Al menos no ha sido muy bien visto, partir del habla mexicana delirante, alucinógena, dextro y que se enfrenta a las hablas pulcras o neutrales, y eso forma parte del reclamo a la poesía mexicana. Que ha sido deslumbrada por poetas sin mucha imaginación, para una élite del vestuario. Ahora eso se ha desmarcado, es como decir que no interesa una "poesía para poetas" porque tampoco nos interesa demasiado que sea una poesía estrictamente hablando, entonces se libera e ingresa a otros terreros, fuera de los dominios del texto como aval de cualquier cosa, y explorado otros lenguajes, otras aventuras, ése es el riesgo. Es como una negación a hacer la poesía de la generalidad, y eso al final termina alejándote de los “poetas” y acercándote a las personas chidas, peculiares, al final de cuentas, esas personas importan. Tenemos una educación que nos configura de una manera cerrada, que nos dice esto es "poesía", esto es "literario", antes que pensar por la poesía misma, dónde está la poesía que no es literatura, todo eso está ahí en las emociones, la rabia o las ideas más raras y ahí se crea una empatía distinta. Fíjate, la banda que viene, en lo inmediato, ya tiene una nueva configuración de lectura, ya son diferentes lectores, y esto, de alguna manera, se está adelantando pero va a pasar, se está creando una nueva manera de leer. Yo quiero que la poesía participe de ese nuevo modo de lectura, más intrigante.


-¿Lo prefigura?
-Creo que ya lo está prefigurando, y yo creo que eso es el cambio importante que va a suceder, esa transición, me gustaría que para ellos nosotros fuéramos los raros.


-¿Y la gente tiene una preferencia por las perfomances e intervenciones?, ¿se ha dado de una manera natural? Me parece que tiene como mucha importancia aquí.
-Sí, yo creo que sí. Y es en reacción también a un medio ambiente muy árido que casi no existía para contextualizar el lenguaje poético. Pero tampoco creo que sea para siempre, está cumpliendo una canalización importante de tanta rabia y tristeza, y yo creo que ese mismo performance se va tener que ir reelaborando y quizá encontrar nuevas vías de comunicación para no quedarse, otra vez, en una "nueva tradición" o un “nicho de mercado”.


-En antaño, el poeta era poeta, y el editor editor, y tú combinas ambas cosas. Tú trabajas tus propios textos y también editas a otros y tienes movimiento editorial, ¿cómo ves esto, la relación poeta editor?

-Yo creo que tiene que ver, primero, con que hoy es más sencillo acceder a ciertos medios para editar tu propio libro, técnicamente. Y también tiene que ver con eso que decíamos anteriormente, el de salirse de los medios institucionales del libro, del libro oficial, y regresar como a una labor artesanal, formatos como el fanzine y el libro cartonero se llevan porque ante todo son actitudes de publicar. Eso es también una respuesta al medio. La mayoría de autores radicales, arriesgados, terminan siendo autoeditores de sí mismo. Yo creo en encontrar el medio de hacer las cosas por mí mismo. Para mí, en México y quizá en cualquier parte, es correr ese riesgo de publicar libros tan extensos, y visualmente cargados, de poesía, casi como imprimir un archivo de vida, y sin embargo esas escrituras ya están... Entonces, ahí tienes, de alguna manera, que se puede encontrar el modo de publicar, y no es cuestión de números o tirajes (un libro único ya es un libro existente). Es la oportunidad, también, de demostrar actitudes del libro como objeto, un intermedio entre lo medieval, lo artesanal y la digitalización, porque esas escrituras no deben quedar ocultas. Yo creo que todo esto ha nacido de una serie de oportunidades que se fueron combinado.

-De oportunidades negadas.
-Sí, oportunidades/necesidades porque nosotros tuvimos que buscar otro camino ante ese escepticismo de los editores que tienen esa idea de que el poeta va "pasito a pasito" y que tiene textos "exactos" a la edad física, méritos, favores incluso, y, en realidad, no: ya hay un desborde de escrituras e información que está transcurriendo y que tiene todo el derecho de existir, los Mario Santiago, los Verástegui, los Guamán Poma del s. XXI. Tienen necesidad de existir.

-Cuéntanos sobre tu editorial.
-La editorial se llama 2.0.1.3. Pero en realidad comenzó en el 2012 y nació en el 2010. (Risas) Nació así porque fue como una manera para prepararse para lo que vendría, el final de los tiempos. (Risas) Tenemos tres años funcionando como editorial. Hemos editado como siete libros, en las ediciones más artesanales, y otros siete, como de manera más fanzinera o como plaquettes. No nos interesa evolucionar para convertirnos en una editorial independiente hipster, nos interesa involucionar para que esto se convierta en un microorganismo de elaboración, experimentación y belleza.


-¿Cómo hace un poeta para publicar en tu editorial?, ¿ellos te buscan?, ¿tú los buscas?
-Sí, los hemos buscado, forma parte de esa necesidad. Y también queremos que esto sea distinto a sus demás publicaciones, porque cada libro es una particularidad y darle esas particularidades al libro. Tenemos un diálogo con un autor para saber qué o cómo imaginan el libro y la lectura, y que, de alguna manera sea algo más orgánico ese proceso. Ha habido un par de libros, que han salido por la convocatoria en internet; no es la mayoría, eso sí. Creo que ha sido productivo comunicarnos por e-mail pero más ha funcionado la parte directa, del contacto frente a frente con el autor y, en el fondo, no es complicado porque hay mucho movimiento de escritores jóvenes y no es muy difícil encontrarlos si uno busca.


-Ahora, es cierto que la internet favorece la difusión masiva de textos, ¿cómo haces tú para filtrar toda esa cantidad? Porque imagino que no todo es publicable.
-Yo creo que es la experiencia, la honestidad de sentir un poema es el ojo avizor en esto. También la editorial tiene como el interés agregado a las propuestas que nos parezcan anómalas, híbridas, o mutantes, como quieras llamarlas. Y ya luego las cosas se van simplificando.

Presentación del libro Splendor de Enrique Verástegui

-Ahora has editado a Enrique Verástegui, ¿cómo nació esto?
-El libro de Enrique salió porque yo viajé al Perú hace tres años. Antes, en el 2008, lo conocí y le edité una plaquette. A mí me fascinó bastante y conocerlo en persona fue todo un acontecimiento. Él mismo me lo propuso cuando le conté sobre la editorial y que editábamos plaquettes, cosas así, muy modestas, entonces seleccioné parte de Leonardo, y publicamos una plaquette con la Red de los Poetas Salvajes. Luego, en el 2010, nos volvimos a ver y le mostré los trabajos que hacíamos, ya con libros de 2.0.1.2. y le prendió la idea, él pues me ofreció esa oportunidad, fue un regalo, de publicar su proyecto completo que se llamaba Ética y que después, poco a poco, terminó llamándose Splendor. Yo creo que ha sido muy bonita experiencia, porque ha sido una comunicación continua de tres años, de estar constantemente en esto. El libro original estaba desperdigado en fotocopias, y ha sido un trabajo minucioso de transcripción y edición. Y el propio Enrique ha estado revisando, siguiendo la pista y eso ha facilitado las cosas. Ha sido un regalo para las mentes más lúcidas.


-La edición del libro de Verástegui que yo he tenido oportunidad de revisar, no le envidia nada a una editorial oficial, grande, con gran presupuesto, que no es tu caso ¿verdad? Esta edición está muy bien hecha, muy bonita. ¿Cómo has conseguido hacerla?
-Splendor es una coedición, este libro lo hemos trabajado cinco proyectos: 2.0.1.3. Editorial, Grafógrafo, Kodama Cartonera, Literal y La Ratona Cartonera. Lo más bacán es que hemos trabajado cinco pequeñas editoriales distintas y haciendo un libro así. Lo que nos junta es el mismo interés que todos compartimos por lo monumental de la obra verastiguiana, y también esa manera de ver la poesía así, que puede excederse, expandirse, más que solo ser un libro: es un mundo el que está ahí. Yo creo que es muy hermoso porque somos cinco editoriales que tenemos esa misma intuición de la poesía, aunque cada una ha hecho su propio recorrido nos hemos contagiado mutuamente de lecturas. Nos conocemos y somos amigos, este libro refleja ese camino recorrido y esa amistad de pequeña comunidad que sí podemos mantener viva, más allá de los intereses económicos que están fijados en la supervivencia.

-Para todo esto, ¿recibes apoyo del Estado o algún organismo público?
-Como creador, he recibido la beca del FONCA en una ocasión, y ahora también para organizar un encuentro interdisciplinario que se llamará Los Lenguajes Alienígenas. Subterráneo 2014, esto se da después de tres festivales (2008, 2010, 2012) que hicimos con ayuda de los amigos y la fraternidad artística únicamente.

-En México sucede un fenómeno único comparado con toda Latinoamérica, y es el apoyo económico que brinda el Estado a proyectos artísticos, culturales, así como becas, ¿qué opinas de esto?
-Con el dinero de una beca o inversión, ahora podemos invitarle todas las caguamas que guste a un poeta joven, y patrocinarle su derecho a la fiesta. Este es un punto me comentaba Jocelyn Pantoja, escritora y gestora cultural, y que estoy muy de acuerdo. Recordemos que la fiesta para alguien que empieza en cualquier actividad más o menos social, es un lugar en que se forman alianzas, amores, ideas, afectos. La pobreza genera exclusión en este sentido de convivir y pasarla bien y con calidad en lo que te metes. Con ese dinero también puedes patrocinar una edición artesanal, una plaquette y que conozca el país, lo bonito y lo sórdido, que haya algo que genere un para qué de la escritura. En fin, me parece que esto lo digo porque sé que es el dinero entregado por una sociedad y que el Estado “invierte”, pero hay que darle la vuelta, no se trata de que el Estado invierta para sí mismo, osea en que sólo le sirve a un montón de burócratas de la cultura, generar falsos creadores amparados en la institución, este es el dinero de una sociedad para generar comunidad, y siendo así se trata de lo que tú haces con tu beca, tu premio o tu parranda patrocinada.

-¿Cuál es la relación con otros grupos o colectivos editoriales independientes? ¿Hay relación con otros en otras partes del país?
-Hay mucha relación, estamos en redes sociales, dándole la batalla las ferias del libro que cada vez intentan convertir esto es un caro mercado, hipster y evolucionado, por eso también asistimos a eventos más o menos subterráneos, a las irrupciones, y el performance de la vida diaria, en los viajes y en la naturaleza llana, y ahí donde no había espacios culturales surgen propuestas de llevar algo de la poesía porque sí. Coatzacoalcos, San Cristóbal de las Casas, Las Choapas, Navachiste, y muchos lugares por México y Guatemala


-México tiene fama de ser conservador en muchos aspectos, ¿hay todavía algunos grupos, diríamos, conservadores o tradicionalistas en México?, ¿cuál es su relación con ellos, hay broncas?
-Es una mala y aburrida fama, que tiene que ver con cotas de poder que se dilatan para seguir inculcando babosadas a las nuevas generaciones de escritores; ante todo uno, el miedo a lo excesivo, a lo indeterminado, al errar en la escritura, eso que se llama obra y es inabarcable por el libro, y por ello esta idea de purezas forzadas para solapar la mediocridad y el miedo; la idea del libro “oficial” para solapar el exceso de vida y de materia; y la idea del “mundillo” para solapar la necesaria circulación de la poesía misma que se da de mano en mano, de lectura en lectura, pantalla, papel, y en los recuerdos.


-Por último, Yaxkin, ¿qué le espera a la poesía mexicana?
-Que se libere de los que quieran ser los nuevos “poetas mexicanos”, estos que representan la tranza, y la mediocridad, la burocracia mental que busca la prescriptiva en los círculos de poesía y de las transvanguardias. Porque frente a eso la poesía mexicana está bien, demasiado bien, es un exceso literal que no estaba previsto ni por la academia ni por los mercadólogos del best seller, y aún no saben bien como domarla o si deben empezar a remojar las barbas por sus narradores. La poesía mexicana está muy bien, y le espera seguir ese camino a lo largo de México y de sus lenguajes y modos, pero ya haciendo un lenguaje visto desde más allá de la literatura, y desde más allá del sujeto literario, la poesía ahora, para lo que mejor sirve, es ponerse a investigar géneros de existencia: Qué nos puede decir la escritura poética de la ciencia, el arte, el universo, la política, todo eso es hacer el mundo. A la poesía mexicana le espera reeducarse.

Tukuy allquykunaqa hanaqpachata qhawanku / Todos mis perros miran al cielo*

Todos mis perros miran al cielo
cuando fuman el olvido
y aúllan cuando
se acurrucaban amedrentados en ropa interior en habitaciones sin afeitar
quemando su dinero en papeleras y escuchando el sonido del Terror a través de la pared
el corazón es mi palabra y más que mi palabra soy yo ardiendo de
noche sobre los corazones que aún no han conocido el
amor
y están desesperados gimiendo arrancándose los pelos
y los buscamos desesperados:

«maytaq uywayku
Suwa allqu mistikuna
kunan makiykupi wañunkichis
Kunan manañan
»
que, encarnación de la pobreza envuelta en harapos, drogados y con vacías miradas,
velaban fumando en la sobrenatural oscuridad de los pisos de agua fría
flotando sobre las crestas de la ciudad en contemplación del jazz
gritamos incesantemente: 
«Y no quiero estar solitario, no quiero ni puedo»
el dueño de nuestra piel siempre se dio cuenta que
somos apenas un par de animales
incoherentes gritando vomitando susurrando hechos y recuerdos y anécdotas
y excitaciones oculares y conmociones de hospitales y cárceles y guerras,
intelectos enteros vomitados en deposición integral durante siete días con sus noches con ojos brillantes
porque ya es hora de ir poniendo las cosas en claro y más que nada
empezar a ser uno mismo
un solo obstinado bloque de rabia
y aullar por esos viejos perros que conocimos
en el parque detrás de tu casa
que vagaban sin tino a media noche en el cercado de los ferrocarriles preguntándose dónde ir, y partían, sin dejar atrás corazones destrozados,
que encendían cigarrillos en camionetas camionetas camionetas que traqueteaban a través de la nieve hacia solitarias granjas en la abuela noche
Tú viajas junto a mi lado y soy la yerba por donde vas caminando
sin que se noten tus ojos y tu canto:
«caudalchallaykim
quntaruchkanña
runapa weqenwan
Yakuchallaykim
Quntaruchkanña
»
y en el patio deliro conversando con los que eran tus pasos trazados
sobre la noche
como por la constelación de mis labios sobre la frialdad del vidrio
que daba a tu rostro en el ataúd
no teníamos luz con qué iluminar nuestra pena y
gritamos por todos ellos
que follaban por la mañana por las tardes en las rosaledas
y el césped de los parques públicos y los cementerios
dispersando su semen libremente a quien quisiera viniera quien viniera
y por las tardes
que copulaban extáticos e insaciados con una botella de cerveza
un amante un paquete de cigarrillos una vela y
caían de la cama y continuaban por el suelo pasillo adelante y
terminaban desmayándose contra la pared con una visión del coño supremo y
la eyaculación
eludiendo el último hálito de la consciencia
que endulzaron los coños de un millón de muchachas que se estremecían en el crepúsculo
y al alba se encontraban con los ojos enrojecidos
pero dispuestos a endulzarle el coño a la aurora
exhibiendo relámpagos de culo bajo los graneros y desnudos en el lago
dónde buscamos el aire mientras
tiraron sus relojes desde el tejado para emitir su voto por una
Eternidad fuera del Tiempo
& cayeron despertadores sobre sus cabezas día tras día durante toda una década
que se cortaron sin éxito las muñecas tres veces consecutivas
abandonaron y se vieron obligados a abrir tiendas de antigüedades donde pensaron que se estaban volviendo viejos y se echaron a llorar
Yanachallaykiqa
Infiernillupis
penata pasachkan
Kuyay yanallariqa
Puracutipis
tú trabajaste rompiéndote la dicha
durante algo así como ocho meses
en esa casa de peste que llaman casa de cultura
aún cuando todo parecía muerto pensábamos que
vagaban perezosos hambrientos y solos a través de Houston
en busca de jazz o de sexo o de sopa,
y siguieron al deslumbrante Español para conversar acerca de América y
la Eternidad, desesperanzadora tarea,
y así embarcaron rumbo a Africa gritando:
«¡El mundo es santo! ¡El alma es santa! ¡La piel es santa! ¡La nariz
es santa! ¡La lengua y la verga y la mano y el agujero del culo!
¡Todo es santo! ¡todo el mundo es santo! ¡todo lugar es santo! ¡todo
día pertenece a la eternidad! ¡Todo hombre es un ángel!
»
había esperanza porque
la extrañeza de ser dos aves hurgándose el pecho
y corriendo uno detrás del otro entre las matas y bancas del parque
y éramos arrojados fuera de nosotros mismos
y por esto fue que conocí tu ciudad
y me apreté contra ti buscando desesperadamente encontrarme en tus ojos
y amé todas tus cosas
a pesar de
que conducían campo a través durante setenta y dos horas para averiguar si yo había tenido una visión o tú habías tenido una visión para conocer la Eternidad:
«Maypitaq kanki ñoqaykurayku
Wañusqaykimanta
»
Lloqllasaqku ñoqanchispa llapan allpanchista
hapinaykukama; llaqtanchispas llaqtanchispuni
kanankama:
«América te lo he dado todo y ahora no soy nada.
América dos dólares y veintisiete centavos 17 de enero
de 1956.
No puedo soportar mi propia mente.
América, ¿cuándo pondremos fin a la guerra de la humanidad? Vete a que te den por culo con tu bomba atómica.
No me siento bien no me molestes.
No pienso escribir mi poema hasta que me sienta lúcido
»
mientras continúas leyendo 
«Tupac Amaru, Amarup Churi, Apu
Salqantaypa...
»
y yo te escucho aquí sentado abrazándote junto al árbol
bajo la luz de un poste en el jirón Cuzco
parecemos un par de locos gritando en medio de la noche
en la hora de las más graves verdades
reclamo para todos nuestros perros
que devoraron fuego en hoteluchos o bebieron trementina en Paradise Alley, muerte,
o hacían sufrir a sus torsos los tormentos del purgatorio noche tras noche
por medio de sueños, drogas, pesadillas de la consciencia,
alcohol y verga y juergas continuas
en su soledades circulares
ya nada me pertenece que no sea el poder de llevarte dentro de mí
y lo que bien o mal no quiero
Ya nada me pertenece ni me retiene como un colibrí
en los pétalos de la muerte
«Sapay rikukuni
mana piynillayok
puna wayta jina
llaki llantullayok
»
y no puedo dejar de preguntar a ese otro perro mayor
Qué cosas pienso de ti esta noche, Walt Whitman, porque caminé por las calles laterales, bajo los árboles con dolor de cabeza y consciencia de mí mismo
mirando la luna llena
amanecer y cerrar los ojos
y la cola entre el rabo.



Poema collage aparecido en quechua en la última edición de la revista Mutantres. Con textos de Allen Ginsberg, José María Arguedas y Enrique Verástegui, remezclados por Jorge Castillo, que también filtra textos propios. Traducción arbitraria hecha por Jairo Araujo.